Skinfulness
24 marzo, 2020
Hoy me he levantado relajada, sin motivos aparentes, pero relajada. He pensado que mejor me mentalizo y me preparo para estar unos cuantos días más en casa. Al fin y al cabo siempre voy corriendo por todas partes y no tengo tiempo de disfrutar de tareas y rutinas el tiempo que merecen.
Por un momento he parado, eso que tanto nos cuesta hacer. He parado. Y he tratado de desayunar consciente de que estaba desayunando. Me he puesto algo de música, y he abierto las ventanas para que entrara aire fresco. He tomado la decisión de agradecer y por un día sonreír y respirar.
He mirado mi librería y como una señal he visto un libro de Mindfulness que nunca puedo leer, o por falta de tiempo o sencillamente porque no tengo la capacidad de quedarme en el "aquí y ahora " por falta de entrenamiento o por sentir la prisa en cada acción que tomo durante mis ajetreados días.
He querido practicarlo durante el día de hoy. De momento me he imaginado que estaba en un paisaje tranquilo, armonioso, con muchas flores..... con mucha luz... con amor.
Si la mente tiene ese poder... por qué no probarlo?
Cuando ya he conseguido irme a ese mundo ideal, en mi mente, en mi corazón y en mi sentir en general, y como mi cabeza todavía tenía las intenciones de abstraerse a miedos, problemas y proyecciones de futuros que tal vez jamás se sucedan, he ido a hacer unos estiramientos delante de mi espejo. La respiración intensa pero suave, y entonces me he mirado al espejo. Mi expresión, mi tono cetrino.... y eso que ha empezado la Primavera... mis ojos apagados.
y todo mi rostro en general como con las defensas bajas y átono.
He repasado mis rutinas de cuidado de la piel. Soy de las que va al Instituto de Belleza con cierta periodicidad. Soy de las que se porta muy bien y se desmaquilla todas las noches, y antes de dormir me pongo una hidratante o nutritiva. Todos los días. Sin excepción. Y entonces?...
Claro, he repasado mentalmente mis rutinas diarias de skin care y sí, hago todo eso... pero mientras pienso en la reunión de mañana, mientras hago la lista de la compra, mientras envío un WhatsApp.. es decir, con la mente en todo menos donde tiene que estar en ese momento, que es en mi piel.
La piel es una parte fundamental de nuestro organismo. Básicamente porque lo cubre y lo protege todo. Es la más expuesta, la más vulnerable, la que enseña, la que se enfrenta, la que es juzgada, criticada por arrugas o imperfecciones o alabada por fina, sedosa, cuidada.. Es la parte de nuestro ser que nos hace de barrera contra agentes externos: calor, frío, nieve.. y otros elementos patógenos como bacterias. Es impermeable, se repara y lubrica a sí misma. Es reactiva a los cuidados buenos y se queja contra el maltrato como la falta de hidratación, de exfoliación, de higiene..
Al igual que el cabello, refleja la salud física e incluso la mental. La piel puede avisarnos de enfermedades internas por su cambio de color, por su cambio de textura, por aparición de manchas, hongos, descamaciones. Se enrojece con el calor, se eriza con el frío. Nuestra piel junto con el amigo sol, se encarga de producir Vitamina C, vital para la salud de los huesos y las articulaciones.
También muestra las emociones, se ponen los "pelos de punta" si algo nos asusta, se siente un hormigueo si algo nos emociona, se sonroja con un piropo, un susto, o con un momento de atracción... La piel de un adulto medio cubre casi dos metros cuadrados y pesa más de dos kilos y medio.
La piel de cada mano tiene más de 17.000 receptores táctiles, por eso nos gusta tocar, acariciar. Tiene 200 terminaciones nerviosas, por eso nos gusta sentir..
Según la parte del cuerpo es variable en grosor, un milímetro en la planta de los pies, porque necesita dureza para proteger y de una décima de milímetro en el rostro, párpados y labios donde se necesita la rapidez de los movimientos y poder sentir un mimo, un beso..
Te dice si eres hombre o mujer, te dice hasta de qué raza eres, pero lo que ya no te dice siempre ... es la edad que tienes. Hombres y mujeres se cuidan cada vez más. Ahora nos une más el estilo de vida que los años biológicos. La cara es el espejo del alma. Cuántas veces nos hemos sorprendido cuando nos hemos enterado de la edad de una persona, pensando o que tenía menos o muchos más. Con lo que la edad, con lo que hemos visto es de las pocas cosas que tu piel no puede delatar, si la cuidas bien por supuesto.
Cuidar la piel es de esas rutinas maravillosas que tanto te pueden hacer disfrutar.
Hay que aplicar el "Skinfulness", un palabro que no sé si existe, pero que me lleva directamente a comprender y sentir el "aquí y ahora del cuidado de la piel". Maystar, lo aplica en algunas de sus rutinas Spa en casa.
La piel es tan asombrosamente autosuficiente que a veces podemos llegar a pensar que la tendremos sana y salva siempre . Pero es por eso que hay que cuidarla y mucho.
En estos días de #coronavirus y de #yomequedoencasa, todos ponemos a examen nuestras rutinas generales y formas de actuar y de relacionarnos con las cosas, situaciones y personas. Importante. Y lo mismo e igual de importante, cómo nos relacionamos con nosotros mismos.
Más que nunca merecemos autoprotegernos. Extremar la higiene.
www.maystar.com ha lanzado unas rutinas para 15 días en casa, con algunas de sus fórmulas magistrales. Te lo envían a casa gratis y sólo pagas una cantidad simbólica (no habitual) de unos de los productos. El resto te lo regalan en forma de sachettes para que completes la rutina facial y que tu piel no sufra las consecuencias. Ya que estoy en casa lo probaré.
La limpieza es uno de los pasos más importantes para protegerla. Debe mantenerse siempre limpia. En estos días más, y trata de no tocarla para nada. Lavarla en exceso tampoco se recomienda. Hacerlo con jabón para las más prácticas la resecará y arrugará. Y además la priva de su lubricante natural: el sebo. Por eso utilizar una crema limpiadora para pieles sensibles te ayudará a mantenerla limpia y suave. Y sobretodo preparada para recibir el resto de productos.
Ponte una vela, ponte música de fondo, respira hondo y dedícate una hora, aquí, ahora, con tu piel, contigo.
Si la mente tiene ese poder... por qué no probarlo?
Cuando ya he conseguido irme a ese mundo ideal, en mi mente, en mi corazón y en mi sentir en general, y como mi cabeza todavía tenía las intenciones de abstraerse a miedos, problemas y proyecciones de futuros que tal vez jamás se sucedan, he ido a hacer unos estiramientos delante de mi espejo. La respiración intensa pero suave, y entonces me he mirado al espejo. Mi expresión, mi tono cetrino.... y eso que ha empezado la Primavera... mis ojos apagados.
y todo mi rostro en general como con las defensas bajas y átono.
He repasado mis rutinas de cuidado de la piel. Soy de las que va al Instituto de Belleza con cierta periodicidad. Soy de las que se porta muy bien y se desmaquilla todas las noches, y antes de dormir me pongo una hidratante o nutritiva. Todos los días. Sin excepción. Y entonces?...
Claro, he repasado mentalmente mis rutinas diarias de skin care y sí, hago todo eso... pero mientras pienso en la reunión de mañana, mientras hago la lista de la compra, mientras envío un WhatsApp.. es decir, con la mente en todo menos donde tiene que estar en ese momento, que es en mi piel.
La piel es una parte fundamental de nuestro organismo. Básicamente porque lo cubre y lo protege todo. Es la más expuesta, la más vulnerable, la que enseña, la que se enfrenta, la que es juzgada, criticada por arrugas o imperfecciones o alabada por fina, sedosa, cuidada.. Es la parte de nuestro ser que nos hace de barrera contra agentes externos: calor, frío, nieve.. y otros elementos patógenos como bacterias. Es impermeable, se repara y lubrica a sí misma. Es reactiva a los cuidados buenos y se queja contra el maltrato como la falta de hidratación, de exfoliación, de higiene..
Al igual que el cabello, refleja la salud física e incluso la mental. La piel puede avisarnos de enfermedades internas por su cambio de color, por su cambio de textura, por aparición de manchas, hongos, descamaciones. Se enrojece con el calor, se eriza con el frío. Nuestra piel junto con el amigo sol, se encarga de producir Vitamina C, vital para la salud de los huesos y las articulaciones.
También muestra las emociones, se ponen los "pelos de punta" si algo nos asusta, se siente un hormigueo si algo nos emociona, se sonroja con un piropo, un susto, o con un momento de atracción... La piel de un adulto medio cubre casi dos metros cuadrados y pesa más de dos kilos y medio.
La piel de cada mano tiene más de 17.000 receptores táctiles, por eso nos gusta tocar, acariciar. Tiene 200 terminaciones nerviosas, por eso nos gusta sentir..
Según la parte del cuerpo es variable en grosor, un milímetro en la planta de los pies, porque necesita dureza para proteger y de una décima de milímetro en el rostro, párpados y labios donde se necesita la rapidez de los movimientos y poder sentir un mimo, un beso..
Te dice si eres hombre o mujer, te dice hasta de qué raza eres, pero lo que ya no te dice siempre ... es la edad que tienes. Hombres y mujeres se cuidan cada vez más. Ahora nos une más el estilo de vida que los años biológicos. La cara es el espejo del alma. Cuántas veces nos hemos sorprendido cuando nos hemos enterado de la edad de una persona, pensando o que tenía menos o muchos más. Con lo que la edad, con lo que hemos visto es de las pocas cosas que tu piel no puede delatar, si la cuidas bien por supuesto.
Cuidar la piel es de esas rutinas maravillosas que tanto te pueden hacer disfrutar.
Hay que aplicar el "Skinfulness", un palabro que no sé si existe, pero que me lleva directamente a comprender y sentir el "aquí y ahora del cuidado de la piel". Maystar, lo aplica en algunas de sus rutinas Spa en casa.
La piel es tan asombrosamente autosuficiente que a veces podemos llegar a pensar que la tendremos sana y salva siempre . Pero es por eso que hay que cuidarla y mucho.
En estos días de #coronavirus y de #yomequedoencasa, todos ponemos a examen nuestras rutinas generales y formas de actuar y de relacionarnos con las cosas, situaciones y personas. Importante. Y lo mismo e igual de importante, cómo nos relacionamos con nosotros mismos.
Más que nunca merecemos autoprotegernos. Extremar la higiene.
www.maystar.com ha lanzado unas rutinas para 15 días en casa, con algunas de sus fórmulas magistrales. Te lo envían a casa gratis y sólo pagas una cantidad simbólica (no habitual) de unos de los productos. El resto te lo regalan en forma de sachettes para que completes la rutina facial y que tu piel no sufra las consecuencias. Ya que estoy en casa lo probaré.
La limpieza es uno de los pasos más importantes para protegerla. Debe mantenerse siempre limpia. En estos días más, y trata de no tocarla para nada. Lavarla en exceso tampoco se recomienda. Hacerlo con jabón para las más prácticas la resecará y arrugará. Y además la priva de su lubricante natural: el sebo. Por eso utilizar una crema limpiadora para pieles sensibles te ayudará a mantenerla limpia y suave. Y sobretodo preparada para recibir el resto de productos.
Ponte una vela, ponte música de fondo, respira hondo y dedícate una hora, aquí, ahora, con tu piel, contigo.

