Kefir: el rey de los probióticos

Kefir: el rey de los probióticos

Seguramente en los últimos meses hayas oído hablar del kéfir. Estamos en un momento en el que los superalimentos son algo más que una moda. Esta bebida, de aspecto muy similar al yogur batido, es una bebida fermentada de origen caucásico. Contiene aún más probióticos que el yogur: cerca de 30 microorganismos diferentes lo que le convierte en un aliado de nuestro sistema inmunológico.

Sus bacterias son beneficiosas para el cuerpo y tienen múltiples funciones, tales como ayudar a la digestión, mejorar la salud de los huesos y combatir infecciones bacterianas. Más del 70% de nuestras células inmunitarias están presentes a nivel de la microbiota intestinal. Por lo tanto, el aporte de probióticos ayudará a estimular las defensas.

¿De dónde procede?

Los granos de kéfir se forman por cultivos de levadura y bacterias lácticas, son de color blanco y su aspecto puede recordarnos a la coliflor. A estos granos podemos añadir leche (de vaca o de cabra), que reaccionará con los microorganismos fermentando los azúcares naturales de la leche y formando la bebida de kéfir. El kéfir contiene bacterias del ácido láctico que convierten la lactosa en ácido láctico, además de enzimas que descomponen la lactosa. Esto quiere decir que el Kéfir es totalmente recomendable para intolerantes a la lactosa.

Beneficios reconocidos del Kéfir:

  • Propiedades antioxidantes y propiedades anti envejecimiento
  • Ayuda a eliminar del cuerpo las sales, metales pesados, productos de radionucleidos y bebidas alcohólicas
  • Limpia el cuerpo de antibióticos químicos.
  • Aliado contra la gastritis, pancreatitis, úlceras gástricas y de duodeno...
  • Perfecto para mejorar la candidiasis, hipertensión, psoriasis, eccema, acné, artritis, enfermedades pulmonares, hepatitis...
  • Regula los niveles de glucosa y lípidos en sangre.
  • Equilibra el sistema nervioso, mejora de la atención, concentración; tratamiento de la depresión y trastornos del sueño.

De su valor nutricional destacan los minerales (calcio, magnesio y fósforo), las vitaminas del grupo B (B1, B5, B9 y B12, biotina) y la vitamina K; aporta además aminoácidos esenciales, como el triptófano.

Receta de desayuno

250 cl de Kéfir (cabra o vaca) 1 plátano 3 fresas Frutos secos al gusto Reservar 1/4 del plátano, una fresa y los frutos secos. Batir en el vaso o con la batidora, durante 1 minuto el resto del plátano, las 2 fresas y el kéfir. Colocar en un bowl y añadir en rodajas el plátano que nos ha sobrado, la fresa y los frutos secos que más nos gusten.